Cuando se odia a si misma, se critica y se pregunta por qué existe en el mundo, pienso que es algo que hace cualquier adolescente. Un tema que esta de paso. Hasta ahora. Ahora se que esa chica, la misma que me miraba siempre curiosa con sus ojos marrones, hablaba en serio. Ahora sé que esa chica tiene sus preciosos ojos marrones llenos de lágrimas.
-Seria lo mejor -dijo ella - no puedes hacer nada.
-No puedes pretender que me quede de brazos cruzados y te de palmaditas en la espalda.
-No puedes pretender que me quede de brazos cruzados y te de palmaditas en la espalda.
Todo parece tan frágil, tan distinto... Pero a la vez tan real.
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